Un día en Fort Worth Stockyards Historic District, Dallas-Texas

A menudo conocida como «el lugar donde comienza el Oeste», Fort Worth tiene ese aire vaquero que muchas pelis del oeste nos han mostrado a través de la pantalla.
La ciudad cogió su fama durante el siglo XIX gracias a las grandes unidades de ganado que recorrían la ciudad por el Chisholm Trail, un sendero que las dirigía por tierra, desde los ranchos en Texas hasta el ferrocarril de Kansas.

A pesar de que la ciudad no es solo el Distrito Histórico de Stockyards, nosotros decidimos sólo visitar esa zona, en la que tranquilamente puedes pasarte un día completo. Desde las calles de ladrillo originales hasta los corrales de madera, cada centímetro de Stockyards cuenta la historia de la famosa industria ganadera de Texas.

Comenzamos contándoos lo básico: el horario de Stockyards es de 08:30 de la mañana, a 18:00 de la tarde, aunque cierra más tarde los días que hay rodeo. Para el coche, hay una zona de parking donde puedes dejarlo completamente gratis durante todo el día, dentro del propio distrito.

Nada más llegar, ya puedes sentir ese aire de cowboy que rodea toda la zona: gente con botas y sombreros vaqueros, ese olor típico del ganado, establecimientos que parecen sacados de una peli del oeste,… Y, claro está, yo tenía que ir acorde con el lugar así que… ¡aquí me tenéis! ¿Qué os parece? Jajaja…

En primer lugar fuimos a uno de sus dos Centros de Visitantes, donde hay una pequeña exposición con la historia del Distrito y donde podemos hacernos con diferentes mapas, guías y planos. Uno está en Main Street (la calle principal) y el otro en La Plaza Building (una especie de mini-centro comercial cubierto).

Es precisamente en Main Street, esa arteria principal del Distrito, donde encontramos dos de los lugares más típicos de Fort Worth Stockyards: el restaurante ‘Riscky’s Steakhouse’ y el ‘White Elephant Saloon’.

El primero es uno de los restaurantes de barbacoa más legendarios de Fort Worth. El saloon es propiedad de un famoso chef y personaje de televisión en Estados Unidos, y fue votado como uno de los 100 mejores bares del país por la revista ‘Esquire’.

En este Distrito Histórico también podemos ver 2 museos distintos. Uno, el Stockyards Museum, documenta la historia del comercio del ganado y su papel en el crecimiento de Fort Worth. Y el Texas Cowboy Hall of Fame rinde homenaje a los vaqueros que han sobresalido en los deportes de rodeo, corte y ganadería, así como a aquellas personas que han dedicado sus vidas a promover y preservar la herencia de Texas.
Nosotros decidimos no entrar en ninguno porque consideramos que había cosas más importantes que ver y hacer, así que los pasamos un poco por alto. Aún así, seguro que para las personas que disfruten con estos temas merecen mucho la pena. De hecho, vimos a mucha gente entrando en ambos.

Como aún era temprano y había poca gente, decidimos hacerles una visita a los longhorns que más tarde participarían en el cattle drive. Los longhorns son novillos de cuernos largos (tal y como indica su nombre) típicos de Texas. La manada puede verse antes y después de sus traslados en el corral que está situado detrás del edificio de Livestock Exchange, en East Exchange Avenue.

A la entrada del corral hay un cartel con fotos de todos y cada uno de los novillos, sus nombres, peso, edad y otros muchos datos. Fue divertido, a la par que complicado, intentar saber quién era quién.

Se acercaba ya la hora de comer y queríamos hacerlo en el famosísimo ‘Billy Bob’. Se trata del honky-tonk más grande del mundo. Sí, nosotros tampoco teníamos la menor idea de lo que era eso hasta que nos pusimos a organizar este viaje. Jeje… Pues bien, los «honky-tonk» son un tipo de bar con acompañamiento musical típico del sur de Estados Unidos.
Dimos unas cuantas vueltas para encontrarlo, porque el GPS nos perdía la señal y no había manera. Y cuando llegamos… ¡desilusión! Ese día sólo servían cenas. Ooooh…
Decidimos irnos entonces a la Stockyards Station, donde además de tiendas de todo tipo, hay un gran número de restaurantes. Después de una vuelta por allí nos decidimos por el ‘Riscky’s Bar-B-Q’, donde tenían un «come cuantas costillas quieras» por un precio fijo. Como ya sabéis, en USA todo es a lo grande, y especialmente la comida; así que solo pudimos comer la primera tanda de costillas. Cuando le dijimos al camarero que no queríamos más, no se lo podía creer e insistía una y otra vez en traernos otra bandeja. Se ve que la gente allí come como si no hubiera un mañana…

Por cierto, fijaos cómo era el tema, que no había servilletas. Te ponían directamente un mega rollo de papel de cocina. ¡Jaja!

Después de un buen rato que pasamos almorzando, salimos del restaurante con una «fartura» considerable y decidimos hacer un poco de shopping. Primero, y como hacía mucho calor, nos quedamos en el edifico de la Station porque tenían aire acondicionado. Allí visitamos un montón de tiendas e hicimos más de una compra. Por ejemplo, en ‘Chief Records’, donde hay miles de discos de vinilo antiguos, le compramos a nuestra querida amiga Neli uno de su ídolo: Elvis Presley; flipamos con los precios baratísimos que tenían. En ‘The Candy Barrel’ compramos una buena bolsa de golosinas. En ‘The Spice and Tea Exchange’ probamos unos cuantos tés, dulces y aceites de especias. Y en ‘Texas Hot Stuff’ nos hicimos con unas postales que enviamos posteriormente a amigos y algunos souvenirs.

Salimos del edificio y nos fuimos a dar otra vuelta por las calles principales, encontrándonos en varias ocasiones con actuaciones musicales al más puro estilo texano:

Se acercaba ya la hora en la que hacen el traslado de ganado, experiencia que solo puede verse aquí, ya que es el único lugar del mundo en que se hace. Los mejores sitios para verlo es en cualquier restaurante de la estación de Stockyards que tenga asientos al aire libre, de pie en la Exchange Avenue frente al Centro de Visitantes, o en el césped frente al Livestock Exchange Building.
Nosotros pillamos un buen sitio en la avenida y desde allí vimos el «desfile». Ya habíamos visto antes a los longhorns, pero que te pasen tan cerquita, impresiona un poco, la verdad.

Tras finalizar el traslado, fuimos a visitar el llamado Cowtown Coliseum. Aquí tienen lugar los campeonatos de rodeo del estado y alguno nacional.


Se acercaba ya el final del día. Pero antes de irnos, nos acercamos a otro lugar muy típico: The General Store. En otros lugares que visitamos, como Gruene, también pudimos verlo. Se trata de la típica tienda enooooorme donde puedes encontrar casi de todo: souvenirs, comida típica texana, postales, peluches, tazas, … Un paraíso para abastecerse de compras para la familia y amigos.


Para concluir, tenemos que decir que recomendamos enormemente pasar un día completo en esta zona de Fort Worth. De hecho, nosotros no visitamos el resto de la ciudad, solamente el Distrito Histórico. Cuando salgas de allí te sentirás todo un cowboy o cowgirl. YEE HAW!!! 😉